domingo, 31 de octubre de 2010

Se venden pueblos

Hace apenas unos días varios medios de comunicación y agencias de noticias se hacían eco de una noticia “curiosa”:
Riotuerto es un pequeño pueblo bañado por el río tuerto. Lançois Doval, inmobiliaria encargada de gestionar la venta, explica que la población cuenta con  edificios con muros de piedra, cubiertas de madera y teja cerámica.
Determinados medios de comunicación no dudaron en titular noticias, dibujar chistes o publicar artículos de opinión utilizando como argumento central “Los Catalanes invaden Castilla”. Como supondréis ni rastro de una crítica a las políticas de despoblación de la Junta de Castilla y León.
Nuestra provincia no es ajena a la despoblación. En los próximos 5 o 10 años pueblecitos como Aldeonte, Valvieja, Hoyuelos o La Mata, entre otros, podrían estar al borde del abandono. El problema no es la venta de un pueblo por catalanes, andaluces o valencianos. El problema es la pérdida de sus tradiciones, su historia, su particular forma de vida…
Ya es hora de arremangarse, de ir a los pequeños pueblos a escuchar y no a bajarse de un coche, dar un mitin, y volver a salir corriendo.
El PP de Castilla y León debe mucho a los ciudadanos de esta tierra. En 23 años de Gobierno no han agradecido con trabajo la confianza que los votantes les han depositado. Por suerte, los estudios de opinión comienzan a mostrar de manera llamativa las ansias de cambio, de Puro Cambio, en nuestra comunidad.       

                                               
Soria, Segovia, Zamora y prácticamente la totalidad de las provincias de Castilla y León ya no necesitan más titulares, ni más promesas, necesitan hechos. Necesitan:

·         Estrategias claras de fijación de la población.
·         Priorización de zonas y políticas con criterios objetivos.
·         Puesta en marcha de planes indicativos de industrialización.
·         Prestación de servicios competitivos: comunicaciones, etc.

jueves, 21 de octubre de 2010

La fachada de la Catedral

“¿Has visto esa bandera en la fachada de la catedral?” Le decía una mujer a su marido, en la mesa de al lado.
“No tendrán otro lugar donde instalarla” respondía el marido.
Yo estaba tomando café con una amiga, pero la conversación me distrajo, miré hacia la catedral y ahí se colgado se encontraba el cartel del denominado encuentro Mundial de Jóvenes.
Sin quererlo me vino a la cabeza el recuerdo de la pancarta instalada hace algunos meses en el balcón del Ayuntamiento en la que se pudo leer ¡Palacios de Congresos, ya! A los pocos días la Ponencia Técnica de la Comisión Territorial de Patrimonio ordenaba la retirada inmediata de dicha pancarta por encontrarse entre dos monumentos declarados bienes de interés cultural.
Ahora la pancarta ha sido instalada por al Arzobispado y nada más y nada menos que en la fachada de la Catedral, si si, uno de esos dos bienes de interés cultural de los que hablaba el Delegado Territorial de la Junta.
¿Solicitará ahora Luciano Municio la retirada de la pancarta publicitaria de la Jornada Mundial de Jóvenes de la fachada de la catedral?
Supongo que no, ¿Por qué? Porque no quita votos.